No duermes porque no quieres dormir, porque a veces deseas dormir
y no despertarte más, y finges no tener sueño, lo finges para ti, es tu obra,
tu necesidad, tu sabes que no es lo correcto, tu sabes que no debes desear
morir, es como cuando no comes porque no tienes hambre, pero sabes que tienes
que comer porque es lo que hacen los humanos y se trata de ser humana. Luego
solo te sientes mal porque no querías comer. Ni por gorda ni por obediente,
solo porque no querías comer y lo has hecho. Es lo opuesto a cuando te niegas a
sentirte mal porque te crees que puedes sentir lo que quieras. Porque tratas de
convencer a los demás de que vivir es muy fácil. Solo es que te sientes muy
mal. No es solo, es que es mucho. Es incluso peligroso. Hoy por hoy no haces
nada productivo, es así como muy contrario a como te imaginabas tu supuesto
último año de vida. Ya no tienes esas ganas de parar y pensar y parar y sentir.
Solo absorbes. Absorbes y contienes y no respiras, ya no. Ni te mueves ni te
paras ni buscas entender nada, no tienes respuestas ni te atreves a preguntar.
No vas al médico, no das abrazos, todos saben que algo jodido pasa, todos saben
que no se te puede acariciar, que no te gusta el contacto humano, o que si que
te gustaría te encantaría de hecho tenerlo, pero te niegas y no puedes, es como
cuando te niegas a comer porque sabes que no puedes o que tu cuerpo no va a
retenerlo y al final es así. No puedes y ya no quieres tener sexo. No atiendes
en la calle, ya no observas, sales porque si no lo hicieses, todos los días
serían igual, o serían lunes, o serían domingos que es peor, 24 horas de tarde
de domingo 7 días la semana, 365 al año. Y regalas tu tiempo al café y a hacer
nada porqué estás hasta el coño de ver las noticias, que no cuentan nada de
nada de nada de nada. Y no te duchas ni te arreglas porque total, ¿Quién te va
a ver? Y duermes durante el día porque así se hace más corto. Siestas antes de
comer, siestas después de comer. Y preguntas continuamente a la gente a los
amigos como les va, y deseas que en algún momento alguien te eche de menos y
pregunte lo mismo, pero piensas que ojala no lo haga porque se sienta así. Porque
ya no tienes ganas de que a nadie le vayan las cosas mal. Creo que eso es
bueno. Se trata de hablar más, solo de eso. Hacerte escuchar y acercar, darte a
conocer otra vez. Fumas menos porque ya
no tienes ganas. No bebes, no sales. Y no sales si no bebes. Tampoco te
divierte ya pero te sientes menos vieja. Estás en ese punto en el que te crees
tanto, que has conseguido que los demás te admiren. Tú te sientes poco ahora. Y
a los demás les da absolutamente igual. Tienes gente en casa y no te importa
quienes son, ni los vas a recibir ellos no vienen a verte a ti. Hablan y ríen y
tu quieta tranquila, ríen sin ti. Que no te vean porque recuerda, llevas tres días
sin ducharte y eso es desagradable. Pasas los días pensando tendría que hacer
esto y debería enviar aquello, llamar a estos y pedir cita a eso que
necesitaba, o que necesito. Lo comentas con todos y te dan la razón. Solo que
la pereza se ha embriagado de miedo y ya no lo haces porque poco te importa. Porque
al final te sientes bien. Entonces ¿lo necesitas? Empiezas a sospechar que se
acerca lo peor. No buscas que hacer, porque no quieres. Esperas que cuando
pase, puedas reaccionar y todo salga bien. Aunque crees que así no va a ser y
temes sobretodo el tener que dar esa respuesta. Pero deseas que vaya bien hasta
siempre y que no haya que dar explicaciones. Que no caigas si la ves o sí, que
caigas y te hundas y te hundas hasta lo más profundo y así ella deje de verte y
mirarte. Y no te diga nada cuando ya no te vea. Pero sabes que si pasa te
tumbarás al suelo. Al suelo que sea, allí no podrás moverte y no tendrás que
hacerlo, solo llorarás y desearás abandonar tu cuerpo con tanta conciencia que
quizás lo consigas. Si fuera posible abandonarme entonces, lo haría. Decides
pasar este tema y te convences que no te ha dañado pensarlo. Nada te sorprende.
No esperabas poder aburrirte tanto de ti misma pero ya no quieres cosas malas
en tu vida es por eso que lo evitas todo. Escuchas música buena, pero buena de
verdad, nunca habías tenido tanto tiempo para dedicarlo a ello. Te gustaría
leer y pintar o tocar la harmónica por ejemplo. Pero es este miedo vestido de
camuflaje que te impide mover un dedo. Todo lo has dejado a medias. Todo. Es
(in)creible que puedas sentirte tan realizada con lo poco que has hecho por ti.
Más (in)creible es que alguien pueda sentirse orgulloso de esto. Esto soy yo. Así
como me califica mi hermano. Aquí se acabaron las ganas de pensar más, es
domingo, llueve mucho, mi perrita llora porque tiene miedo y la menda tiene que
cuidarla. Quien le dirá que no a esa carita.
Vuelves a las andadas, a dormir cuando sale el Sol. Los truenos hacen temblar las paredes. Y por primera vez en la noche te agrada sentirte así. Es realmente decepcionante haber aguantado tanto por esto.
Vuelves a las andadas, a dormir cuando sale el Sol. Los truenos hacen temblar las paredes. Y por primera vez en la noche te agrada sentirte así. Es realmente decepcionante haber aguantado tanto por esto.